Con escasas horas de
diferencia ha coincidido, tanto la jubilación del corredactor de la Constitución española de 1978, Alfonso
Guerra, como la consulta catalana ilegal. Ha elegido el mejor
momento, porque siendo Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de
los Diputados no fue lo suficientemente hábil y valiente para devolver en su totalidad el
estatuto catalán. En unas palabras a los medios de comunicación dijo que se
enorgullecía del resultado final, gracias a que utilizó la lima, aunque quizá ya
no fuera consciente de que estuviera deteriorada y marchita, lo que se sobreentiende que aquello no había por dónde
cogerlo. He aquí el resultado. Y de aquellas limaduras tenemos estos limos.
Lo habitual es que ciertos políticos se
comporten como si fueran inconscientes sin darse cuenta de sus hechos
catastróficos. Siempre tienen in mente
a quién responsabilizar. Si no ocuparan el sillón que ocupan hace tiempo que estarían
ingresados en un frenopático. Todos los partidos políticos, sin excepción, y durante
más de una decena de años, han tenido tiempo de denunciar al gobierno de la granja catalana y sus representantes, léase Pascual Maragall, José Montilla y,
sobre todo, Arturo Mas. Sin embargo, han dejado hacer lo que han hecho, quizá
porque, como ellos, algo esconden como ¿presuntos corruptos, presuntos
delincuentes? Peor comportamiento ha tenido, El Señor de los Recortes y de las Mentiras
que, en su flagrante desaparición, no ha sido capaz de nombrar un juez que
ordenara retirar las presuntas urnas de cartón mojado, que su dinero ha costado
al erario público.
Un persona que comete un error, si no lo
corrige, que habitualmente no lo hace, quizá por inconsciencia, está abocado a
cometer otros errores. Y, en política, mucho más. La sociedad, en general, está
pidiendo a gritos una transformación. Ya se hizo una cuando se votó en
referéndum la Carta Magna, que lejos queda, porque siempre se hace todo lo
posible para que no nos regule, o a algunos. Es tiempo de cambio, pese a las
reticencias de aquellos melindrosos, que temen perder algo que los
contribuyentes le regalan en cada Legislatura, y que no es vitalicio, ni mucho
menos, aunque pretendan que lo sea, aunque no quieran darse cuenta, imitando a
los sillones de los tiempos preconstitucionales. Lo único que se necesita es
cordura, para no ejercer cualquier aventura, que no llegue a hipotecar el futuro.
Unos políticos que engañan y manipulan,
tanto en pasado como en presente y posiblemente en futuro, saltándose las leyes
que ellos mismos han dictado, apoyándose en algunos jueces descerebrados que
emiten sentencias judiciales ideológicas como si fueran resultados de lotería,
transformando la Justicia en puro resentimiento, es como para no fiarse de sus
palabras cuando pidan el voto para hacer y deshacer sus negocios personales y
familiares. ¿Es éste el tipo de democracia que se votó en 1978? Pues parece ser
que los catalanes sí se fían. Allá ellos y su futuro miserable.
Ante el
anuncio de que la consulta catalana era ilegal y que no se iba a celebrar, El Señor de los Recortes y de las Mentiras que, antes de dimitir, debía haber cesado a todos sus asesores, que han logrado infundir miedo
paralizante a todas las instituciones estatales,
que no se respetan entre ellas, que no han estado a la altura de las circunstancias, que desconocen la inconsciencia de la gran
grieta de la crisis que han abierto y no han cerrado. Sin embargo, la consulta contra todo pronóstico gubernamental, se ha celebrado. Menudo ejemplo que están dando
a los contribuyentes y al mundo entero.
El Señor de los Recortes y de las Mentiras, inhibido,
mal asesorado, en su dejación de funciones, no ha sabido tomar la delantera a los caprichos de Mas, siempre ha ido un paso por detrás. Se ve
que sólo tiene mano firme para los contribuyentes a los que ha esquilmado. Además, entre el elenco español de políticos, no se meten mano, aunque se hacen carantoñas ante
su deserción, su cobardía manifiesta, su traición. En este reino de España hay quien roba, quien prevarica, quien
elude responsabilidades, quien monta una consulta ilegal, y no pasa nada.
Un suspenso en
gerencia política, lo que se traduce en un expediente múltiple con propuesta de
inhabilitación, tanto para los integrantes como para todos los partidos políticos. Con lo fácil que hubiera sido, siguiendo la letra de la
Constitución, que todos españoles votaran legalmente sobre este grano que ya se
ha convertido en un forúnculo, que posiblemente haya que sajarlo para extraer
el mal. Lo único permitido es tomar nota de que El Señor de los Recortes y de las Mentiras no ha dejado votar a todos los españoles.
Sin embargo, ante la gravedad
de la situación creada por el gobierno de la granja catalana, es bueno proponer
una ruta política a seguir:
1) Referéndum nacional, a fin de solucionar el caso de rebelión
por desafección, programada conscientemente por todos y
cada uno de los partidos políticos ante una sociedad sedada y anestesiada,
según.
2) Nueva Ley electoral, sin trucos, con elecciones primarias
para todos los partidos políticos. Y,
cada uno , tanto candidato como partido político, que paguen de lo suyo,
de sus afiliados, pero nunca más del contribuyente. Así la Caja de Pensiones
estará en superávit y no en déficit como desde el año 1982.
3) Cortes constituyentes, a fin de redactar aquellos
artículos que deban ser modificados de la Constitución, pero sin dar tantas
alas a los partidos nacionalistas, como ahora tienen, como producto de dictadura de las minorías, a las que se les
ha visto el plumero.
4) Antes de las elecciones municipales en mayo de 2015.
Los años pasados ya no volverán y los que
sigan están aún por llegar. Así que sentémonos a disfrutar de los años
presentes, sin nostalgia y con optimismo, llamando a toque de silbato a
los políticos para que trabajen de una vez, y para siempre, para los contribuyentes españoles en estos próximos meses, y venideros.
Alfonso Campuzano
Sigue a @AIf0ns0
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