La barbaridad bipolar de
las instituciones españolas ante la situación de desempleados, inmigrantes y
refugiados – Alfonso Campuzano
Con un volumen superior a cinco millones de españoles
desempleados, con un volumen indescriptible de españoles empleados a tiempo
parcial, incluso por horas, desde hace más tiempo del imaginado, un Gobierno
esquizoide y bipolar que, en principio, con tal hecho, suma con la acogida
interesadamente tolerante a inmigrantes/refugiados, sin contar que, si por
casualidad, alguno es titulado superior, su reconocimiento podrá tardar,
burocráticamente hablando, entre dos y tres años, y, mientras tanto, el
contribuyente se lo carga a la espalda.
Países como Alemania, Dinamarca, Suiza, por citar sólo
algunos, están considerando que aquellas personas que soliciten asilo, político
o no, deben colaborar inexcusablemente en su manutención a fin de evitar
agravios comparativos con los oriundos/autóctonos contribuyentes, incluso
desempleados y, con ello, asegurar que, tanto unos como otros, sean iguales
ante la Ley.
La
normativa española es un inmenso coladero donde hay demasiada letra pequeña y más
agujeros que un queso de Gruyère al
considerar que, desde hace mucho tiempo existe un perjuicio comparativo, entre
grupos sociales que aportan y los que, por exclusión, siendo minorías étnicas y
marginales, no aportan nada al sistema social, aunque sí se benefician de todas
las ayudas y prestaciones habidas y por haber, que difícilmente lo consiguen los
desempleados.
La solución pasa por conseguir que desaparezcan las
causas primigenias de esta inmigración forzada y masiva, pero parece como si no
existiera interés alguno por alcanzar algo tan elemental como es el diálogo, ya
que los
conflictos armados se eternizan gracias a las vías indirectas de testaferros
que suministran armas a quien no se debiera.
¿Es tan difícil para los políticos, en general, reubicar
a los inmigrantes/refugiados en territorios afines a su cultura y costumbres,
donde puedan realizar trabajos que saben hacer? Porque ¿qué negocio empresarial
laico puede obtener un beneficio con trabajadores cuya religión les obliga a
rezar entre tres y cinco veces al día, según sean respectivamente suníes o chiíes;
a ayunar durante un mes, día a día, desde que amanece hasta que anochece; a vestir
diferente, tanto los hombres como las mujeres, bajo la supervisión de una policía
religiosa? Una religión que está hecha para la agricultura, pero no para la
industria, con directrices sociales de hace más de quinientos años y sin visos
de no abrirse para evolucionar.
Aunque depende de las CCAA, tanto inmigrantes como
refugiados, en los colegios, además de regalarles el uniforme, desayunan, comen
y, al regresar a casa, se llevan una mochila repleta de comida. Así
diariamente. Gratis total. Y mantenimiento de agua, luz, alquiler y gastos
personales. El desempleado oriundo/autóctono español no tiene acceso a estas
ayudas. Una injusticia. Y cada mañana, dirigidos por asistentes sociales, les enseñan las
leyes y derechos españoles para defenderse, pero no los deberes de colaboración,
algo que jamás un autóctono ha tenido esta oportunidad, como si se diera por
hecho.
Desde hace tres lustros, el 87% de las víctimas del yihadismo son países islámicos, gracias
a la intolerante guerra civil islámica entre chiíes y suníes, que dura más de
un milenio, aunque actualmente protagonizada por el Daesh/IS, mediante sus creencias, sus consignas, sus medidas
atroces, se está extendiendo por territorios contrarios a sus creencias y
costumbres con la idea de que se parezca a una lucha entre Oriente y Occidente,
cuando lo que está ocurriendo es que ha aumentado la inmigración de ambas
facciones, en la que se ve inmersa, sin comerlo ni beberlo, la población
occidental que, en su ignorancia, los ha acogido y los acoge, sin conocer el
avispero en el que se ha metido.
Los inmigrantes/refugiados pagan entre 1.000 y
5.000 €/persona. Dos formas de pagar, o quizá más: no son pobres, porque los pobres no
pueden permitirse ese lujo, así que se lo pagan delinquiendo: comprando
documentación falsa, pasando droga, etcétera.
Una visión objetiva, dentro de las múltiples que
existen, desde el respeto y la tolerancia.
Alfonso Campuzano
Sigue a @AIf0ns0
No hay comentarios:
Publicar un comentario