martes, 23 de enero de 2018

HACIA EL PACTO CONFISCATORIO



Cuando los valores morales no se utilizan por cobardía, desidia o desconocimiento, la sociedad padece una frustración generacional – Alfonso Campuzano

Los políticos españoles, más mitineros que oradores, cuyos nombres propios lo puede poner aquél que tenga interés, tienden a que, con lo que ello significa, su discurso se transforme fácilmente, gracias al alardeo demagógico, cuando aflora el desconocimiento que distorsiona la realidad.
Al igual que en todas las concentraciones mitineras se entremezclan diferentes balidos, sobre todo cuando no se sabe ni se propone dar con la salida del túnel horadado con mente mediocre. El bienquedismo, el buenismo, el buenrrollismo, el pelelismo, son opciones que, a veces, da buenos resultados, incluso políticamente correctos que, en partitocracia, que no en democracia, desvirtúan los valores morales, ya sean individuales o colectivos, al reconocer la dictadura de las minorías.
Ha tenido que ser el Tribunal de Cuentas quien ha comunicado, al Gobierno de alterne, que aquellas personas, trabajadoras o no, que no colaboren/contribuyan/coticen, no pueden depender de la Caja de Pensiones, añadiendo que las prestaciones no contributivas nunca debieron depender de ella, sino de los Presupuestos Generales del Estado.
Lo fácil, sin rubor, y cada vez con menos vergüenza, es desvalijar la Caja de Pensiones, por eso peligra, pero no actualmente, como quieren hacer creer, sino desde la primera vez que un Gobierno, socialista para más detalles, metió mano en 1982, y continuaron aprovechándose los restantes hasta la fecha para hacer enjuagues políticos que no entraran en los difíciles pactos de los Presupuestos Generales del Estado.
A los políticos les importa poco, o nada, la Caja de Pensiones, porque ellos están por encima de los jubilados y de la propia sociedad y, sobre todo, porque sus pensiones, las reconocidas de los miles de ex cargos públicos son estratosféricas, como tres o cuatro veces superior al tope máximo de cualquier trabajador, sin haber cotizado un solo día y con menos días de ¿trabajo?
Cuando las trompetas de la nueva crisis económica se dibuje en el horizonte, los políticos deberían recordar que, hasta el momento, desde 1973, han tenido lugar unas cuatro de repercusión mundial, todas artificiales, porque no se crean ni se destruyen simplemente se trasforman en la siguiente, perviviendo sin desaparecer totalmente, durante las cuales, el dinero cambia de manos, pero a manos llenas, sobre todo haciendo que disminuyan los salarios y el poder adquisitivo del estrujado contribuyente, mediante recortes, cuyas cotizaciones no pueden aumentar, salvo para ellos, que tienen patrimonio del que tirar.
Es amoral que la gestión de los Presupuestos Generales anuales del Estado, por ley, no entiende la palabra ahorro, sino la explotación como si fuera una esclavitud, tengan que gastarse, incluso más de lo necesario, hasta el endeudamiento, porque al año siguiente, mediante tasas e impuestos, habrá más que el anterior, abundando en la filosofía de repartirse el pastel porque paga, hasta las copas, el contribuyente.
Cuando la mala gestión de gastos gubernamentales frívolos, la malversación de fondos públicos, el reiterado incumplimiento del déficit público, el aumento de  tasas e impuestos, la propuesta que se hace al pensionista ¿es el suicidio o a la eutanasia?
Corolario: El político que solicita el voto en los comicios, ¿piensa en la gestión de la cosa pública o en el aumento de su patrimonio?

ALFONSO CAMPUZANO
Sigue a @AIf0ns0

No hay comentarios:

Publicar un comentario