miércoles, 21 de diciembre de 2016

EL DESCONTROL DE LA PROTECCION ANIMAL

Intentar salvar a especies animales o vegetales, de su posible riesgo de extinción es un error de la especie humana, porque la Naturaleza, mucho más inteligente, dota de genes de supervivencia a quien corresponda - Alfonso Campuzano

El control férreo, cuando no se ejerce consecuentemente, termina descontrolado porque desconoce, tanto los límites legales como las líneas rojas, sobre todo en administraciones, lentas en su odiosa burocracia, que se muestran apáticas a más no poder, en tanto que las explotaciones agrícolas y ganaderas están en la linde de la quiebra, pese a las indemnizaciones.
Convencer a la UE de que ciertas especies animales, la mayor parte son alimañas, en peligro de extinción deben pasar de un régimen de proteccionismo a otro diferente no es difícil, sino casi imposible. Ya pasó la época y debe adaptarse, ya que se ha descontrolado muy bien controlada.
Si en la UE, donde hay gente con para todo, incluso iluminados del temor, quieren alimañas que las críen y convivan con ellas, que se las lleven a sus tierras, pero sin obligar e imponer. Porque las alimañas, aunque se protejan con dinero de los contribuyentes, jamás dejaran de ser alimañas.
Hasta las indemnizaciones, pagadas también con dinero de los contribuyentes, mediante subvenciones públicas a fundaciones privadas, a las que se debería controlar férreamente, no son suficientes para resarcir los cerca de cinco mil ataques anuales que las manadas de lobos infringen a la ganadería.
Tanto intento no conseguido de control, quizá por desidia o por ignorancia, ha constituido un problema que ha dado lugar a un descontrol en seguridad, incluso vial, y en sanidad, que ocasionan desperfectos ciertas especies de animales silvestres como son la cabra montesa, el cerdo salvaje, el ciervo, el jabalí, el oso, el zorro,… a especies vegetales, transmitiendo enfermedades, provocando accidentes, incluso mortales.
Se debe entender, sin que se tergiversen estas palabras, que si se observa caza llamada furtiva es que la sociedad humana, estando hasta más arriba de las cejas, trata de defender sus propiedades ante un peligro que la autoridad competente no ha sabido o no ha querido entenderlo así, y no ha tomado las medidas adecuadas en el momento adecuado.
Con lo difícil y costoso que resulta recuperar especies en peligro de extinción convendría revisar dichas subvenciones y transformarlas en ayudas a la población humana, además de custodiar empresas agrarias y granjeras de la agresión de dichas bestias.
Lo que la Naturaleza enseña es que cualquier especie terrestre o acuática lucha por sobrevivir, incluida la humana, devorando a otros seres de otras especies, mientras reclama continuamente su territorio, a fin de modificarlo.
Los animales en peligro de extinción, quiérase o no, deben estar firmemente controlados en parques naturales, más o menos extensos y no, como están actualmente, desperdigados y a su libre albedrío, según la autoridad competente del momento.
Cada época desarrolla un tipo de especies, ya sean vegetales o bien animales, sin olvidar que las especies animales representan una utilidad, que no tiene derechos como no tiene obligaciones.

Alfonso Campuzano
         
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