La multidiversidad de causas generadoras del cambio climático hace que se obnubile la mente humana en busca de la respuesta adecuada – Alfonso Campuzano
Si en cuatro mil quinientos millones de años ha habido varios cambios climáticos, ¿qué hay de malo que uno más se haga efectivo como lo predicen ciertos clarividentes?, porque parece que hace cinco mil años hubo uno, y más recientemente hubo otro cuando la vida es dinámica, nunca estática.
El planeta azul evoluciona, dentro de su proceso natural, mediante ciclos, aunque siempre ha habido personajes interesados en aumentar la inseguridad y el miedo a lo desconocido, ya que son campos fácilmente abonables a la manipulación.
Es propio de los embaucadores profetizar catástrofes de todo tipo y condición, incluidas las climáticas, pero sería bueno e ideal que, si no tienen medios para revertir los acontecimientos, dieran consejos para cómo hay que adaptarse, de manera que, quienes no lo consigan, será la propia naturaleza quien marque el límite de su existencia.
No se trata de negar la evidencia, sino de explicar que el cambio climático no tiene una única causa, sino múltiples, algunas desconocidas, otras difíciles de abordar para hacerlas abortar, porque la Naturaleza tiene una ruta de difícil franqueo para los seres vivientes, incluidos los humanos, y que, si nos pasamos en la prevención, las consecuencias pueden ser aún peores.
Más causas endógenas de origen natural:
Los terremotos, que se manifiestan alternativamente, alteran la base, equilibrando la distribución de la masa del planeta, cambiando la superficie, por consiguiente, variando el clima.
El Polo Norte, cada año, parece que se aleja más de cincuenta kilómetros de Canadá, haciendo variar el eje terrestre, modificando las coordenadas geográficas, con lo que el clima, al estar interrelacionado, se ve afectado, lo mismo que la migración de las aves está estancada al no hacerlo durante el otoño hacia países ecuatoriales.
Los ecosistemas, pese a que colapsaron en cinco ocasiones, desde el albor de los tiempos, se han ido adaptando, y actualmente no van a ser menos.
Más causas endógenas de origen artificial:
Las radiaciones ionizantes, los pesticidas, los fungicidas, las semillas genéticamente modificadas, que se utilizan en los cultivos, ayudan a variar el clima.
Más causas exógenas de origen natural:
El giro continuo del planeta azul, sobre sí mismo y en su traslación alrededor del sol, hace que su masa oscile y se transforme, lo que genera un cambio climático.
Si el planeta azul se desplaza a casi treinta mil kilómetros por segundo; el sistema solar se desplaza a casi novecientos mil kilómetros por hora; la órbita del sistema solar se completa cada más de doscientos millones de años, puede decirse que pasa por regiones estelares desconocidas que pueden alterar su asentamiento, su estructura y su clima.
El llamado latido de la Galaxia, emitido desde su centro, con su luz violeta, desde hace más de trescientos millones de años, que se repite cíclicamente en el cosmos aproximadamente cada veintiséis mil años, extendiéndose a más de veinticinco mil años-luz, afectando a todos los planetas con sus cambios climáticos, incluido el planeta azul.
La disminución de energía al agrandarse el sol. Las tempestades solares. Las eclosiones de rayos gamma. Las colisiones de asteroides, meteoritos.
Más causas exógenas de origen artificial:
Cuando se impulsa una nave al espacio haciendo que, aunque sea imperceptiblemente, el volumen terrestre y la trayectoria se desvíen.
Eso es como si Arquímedes lo hubiera intuido, aunque sin apoyo conjunto al expresar: Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo. Si se pudiera conseguir es cierto que el clima cambiaría radicalmente.