miércoles, 17 de abril de 2019

ETIOLOGÍA DEL CAMBIO CLIMÁTICO (III)

Toda información de crecimiento tecnológico exponencial se presta al alarmismo, aunque sin poner los medios adecuados para atajar todas y cada una de las causas – Alfonso Campuzano

El cambio climático, ya sea natural o artificial, está supeditado, quiérase o no, a  los políticos alternantes que siguen las directrices de la lucha por el poder, polarizándose entre el odio y la alianza, entre los diferentes combustibles, teniendo como intermediario a la industria fabricante de herramientas, aparatos, sobre todo de vehículos, tanto de tierra como de aire y mar.
Hay que tener en cuenta que a los gobiernos de más de la mitad de la población mundial les preocupa muy poco el estado climático terrestre que exponen los dirigentes del resto del planeta azul, ya que sus preocupaciones acuciantes son otras, especialmente la hambruna.
Pero se debe tener mucho cuidado con tanto pesimismo a flor de piel, no vaya a ser que globalmente se enfríe mediante una pasada de frenada, por la que, en vez de continuar incrementando la temperatura, conseguirá degradarla, ya que se hacen poco caso de las normas aparentemente antojadizas, aunque legales, de la propia Naturaleza por lo que se puede caer en el error.
Una reflexión aparte merece el destino del diez por ciento de la producción mundial de petróleo seis millones de barriles diarios, es decir, un millón de litros que genera plástico en sus múltiples variedades, de manera que más del noventa por ciento que llega a los océanos procede de los ríos, sobre todo de diez, de los cuales ocho están en Asia –seis en China y dos en India y dos en África.
Así que de nada servirá que los parlamentarios de la UE buenistas, farisaicos, desinformados, restrinjan el consumo de plástico, pese a que la producción continuará al ritmo actual, porque seguirá desembocando en los océanos.
A pesar de la desventaja de no disponer de suficientes estaciones de medición de temperatura repartidas por toda superficie terrestre, parece ser que, desde 1881 hasta 2010, la temperatura global media se ha elevado de 13,68°C a 14,47°C. Quiérese decir que la elevación en los últimos 129 años ha sido de 0,79°C. Es decir, ni tan siquiera ha llegado a un grado. No obstante, ¿es para alarmarse o es que intentan atemorizar con una media de 14°C, una temperatura que se considera fresca, ni fría ni caliente?
Gráfico de WWM
Desde hace cuatro mil quinientos millones de años, el planeta azul no existe para tener in aeternam las mismas especies, sino que, a través de los milenios, unas han desaparecido mientras que otras han aparecido, sin más. ¿Ha ocurrido alguna interferencia reseñable en la evolución de la vida al haber desaparecido miles de especies en las diferentes extinciones masivas que ha padecido? Por otra parte, cada año, se descubren miles de especies, incluso se creía que algunas habían desaparecido totalmente.
Ridículo es que, porque haya tecnología innovadora punta, se pretenda conservar y proteger especies en peligro de extinción, un hecho que va contra de las leyes de la propia naturaleza, cuando lo que prima es que sobrevivan los más fuertes, y sin ayuda.
Personas consecuentes manifiestan que no tienen la solución para la época de calentura, mientras que bastantes ignaros presumen de que sí. Allá ellos, y todos, porque tras una explosión de calor, vía natural, sobreviene una implosión de frío.

ALFONSO CAMPUZANO
  


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