lunes, 4 de febrero de 2019

ALZAMIENTOS CATALANES

Los caprichosos alzamientos catalanes, sofocados urgentemente excepto el último (2017), cuyo desenlace se prevé sinuoso, han tenido lugar bajo el consentimiento del Gobierno de alterne – Alfonso Campuzano

La región catalana, en los últimos trescientos años, y hasta el momento menos mal que infructuosamente, ha proclamado su independencia en cinco ocasiones, aduciendo que la Organización de Naciones Unidas (O.N.U.) propugna el derecho a la autodeterminación de todas las colonias, pese a que nunca jamás ha disfrutado del tal status, y pese a que su lengua madre derive –quizá sin demasiada equivocación del dialecto provenzal del idioma occitano del sureste francés.
Los cuatro primeros intentos independentistas –durante los años 1641, 1873, 1931, 1934 duraron aproximadamente, en su conjunto, unos 11 días y 10 horas. Repartidos en 6 días, 2 días, 3 días, 10 horas, respectivamente, lo que resalta una figura obsesiva –abanderada por determinados políticos, digna de ser estudiada en cualquier cátedra de Psiquiatría.

 
Declaración republicana de Estado de Guerra en 1934

Sin embargo, el reciente quinto, pese a no ser reconocido ni tan siquiera conseguido, gracias a un lento y pesaroso golpe de Estado civil –preparado a voces desde antes de noviembre de 2014, iniciado en octubre de 2017, aún sin abortar ni desmantelar ejemplarmente por el connivente, melindroso, torpísimo, Gobierno español de alterne, está siendo mantenido y financiado económicamente sin que se sepa a estas alturas del bárbaro evento qué futuro se prevé.
Porque los diferentes gobiernos españoles de alterne de los últimos cuarenta años, –presididos por Felipe González (13 años de PSOE), José María Aznar (8 años de PP), José Luis Rodríguez Zapatero (7 años de PSOE), Mariano Rajoy (6 años de PP), Pedro Sánchez (PSOE) son responsables directos de no haber aplicado con sagacidad la Constitución’78; son responsables directos de no haber sabido controlar eficaz y contundentemente a los políticos desleales de la región catalana; son responsables directos de haber consentido la desafección social que ha conducido al actual intento de independentismo; son responsables directos de creer que engrilletaban a entidades –mediante macrosubvenciones y macroinversiones exigidas cuando lo que generaban era el engorde patrimonial de faltriqueras de políticos –con nombres y apellidos, que se han dejado querer, mientras que el resto de la sociedad, convenientemente sedada –alguna parte hasta anestesiada, ha tardado en despertar y comprobar que se trata de robar una parcela del territorio español que constitucionalmente es un proindiviso, una copropiedad, una comunidad de bienes.
Durante el desacato de una parte de la sociedad catalana se han observado imágenes de una nueva forma de maltrato familiar al protegerse –durante manifestaciones y enfrentamientos con la policía, ciertos padres con los escudos humanos de sus propios hijos.  
El cuerpo policial –transferido por el ex presidente José María Aznar, llamado Mozos de Escuadra, cercano a los veinte mil, pagado por los contribuyentes, se ha convertido en una guardia pretoriana, ambigua, desleal con la legalidad vigente del Estado español, debería ser cesado y disuelto, lo antes posible, por evidente sedición, por golpistas.  
Habría que recordar que los responsables del golpe de Estado militar del 23-F (1981) fueron juzgados y condenados. Sin embargo, los responsables del actual golpe de Estado civil mantienen un litigio político a favor del diálogo –con los golpistas es letal dialogar, en lugar de aplicar irrebatiblemente la ley, porque hay miedo a poner en marcha la aplicación de la Carta Magna en cuanto al artículo 155 y/o, en caso de que no guste, el artículo 8, además de los diferentes Códigos.

ALFONSO CAMPUZANO
            
Sigue a @AIf0ns0

jueves, 24 de enero de 2019

PEGOTES LEGITIMADOS

El sueño político ha durado cuarenta años para los optimistas constitucionalistas, mientras que trescientos años para los pesimistas independentistas, y continúa – Alfonso Campuzano

Desde hace tiempo, quizá más de una generación, existe una corriente, casi habitual, en que la ideología  izquierdoide –tan anormalmente elástica, tan potencialmente osada ante profanos–, que domina el ambiente social a base de consentimientos y risas de interesados que sorprenden, porque supone, y así lo hace saber con sus imposiciones, sobre lo que es bueno o malo, como si todo lo demás –a ambos lados del arco–, fuera perjudicial, mientras pondera que lo suyo es beneficioso, sin que nadie se haya atrevido a señalarle que sus propósitos no son solventes, según lo muestra y demuestra la Historia Universal, sino que son frivolidades, tratando de chantajear el bien común y, sobre todo, tratando de traspasar cuantas líneas rojas de convivencia existan.
Además, desde siempre, el discurso izquierdoide –actualmente aburguesado–, cada vez que se acerca un micrófono, surge remarcando una regresión decimonónica como si fuera actual, intentando llevar la razón –por revancha habitual, por toxicidad endémica–, sin reconocer que, en muchas acciones –debido a su idiosincrasia–­, su comportamiento social es muy ultra, se salta las leyes, deshonra a quien no piensa como él –cuando las leyes, ante cualquier peligro más o menos inminente, son una defensa social importantísima para la convivencia–, sobre todo cuando no está de acuerdo con las urnas, exigiendo que las masas ocupen la calle, sin pensar que es de todos.
El horizonte –cada vez más cercano–, ha descubierto que un antidemócrata, un antisistema –que vive del Sistema, que no ha sido ungido por las urnas, a las que tiene un miedo cerval, que no representa a nadie, más que a una parte de su partido político–, está urdiendo una sospechosa máxima traición, es decir, está vendiendo parcelas proindiviso del territorio español, tal y como antaño hizo el Gobierno Regeneracionista de Práxedes Mateo Sagasta –bajo la Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, que alumbró el desastre diplomático de 1898, dirigido por el liberal Juan Manual Sánchez y Gutiérrez de Castro, duque de Almodóvar– que se genuflexionó, ante los estadounidenses, por veinte millones de dólares, a cambio de las últimas colonias españolas: Cuba, Filipinas, Guam o Guaján, Puerto Rico.
Nada resulta extraño cuando la diplomacia española, en los últimos trescientos años, ha sido una asignatura gubernamental muy débil, de ahí que no haya sabido defender en tiempo y en forma ni recuperar lo perdido –Gibraltar, por ejemplo– ni siquiera mantener relaciones de afecto –tipo mancomunidad de naciones–, con los territorios coloniales de medio mundo.
Quien espere que el presunto máximo traidor de los últimos tiempos va a rectificar ante la lectura de la Constitución’78 está equivocado de medio a medio, porque lo que parece ser que busca –connivente con las exigencias de políticos independentistas, antidemocráticos, anticonstitucionalistas, proetarras, aparte de presunto plagiador, tramposo, varias veces mentiroso, sobre todo ante las Cortes españolas, quienes deberían aplicar el artículo 102, una suerte de impeachment estadounidense–, es una venganza personal contra los españoles y contra su partido, una vez que ha  perdido su orientación política.
No obstante, siempre queda el optimismo de pensar que, cuando se convoquen urnas, el próximo Gobierno resultante podría derogar todos los decretos antidemocráticos.

ALFONSO CAMPUZANO
            
Sigue a @AIf0ns0

miércoles, 9 de enero de 2019

ESTADO ALQUILADO

Se ve como habitual lo que no es normal en una Monarquía parlamentaria y es la sustitución del jefe de Estado por el jefe de Gobierno – Alfonso Campuzano

La sensación que tiene el ciudadano de la Institución Monárquica española árbitro partitocrático, que no comulga con ninguna fuerza política, pese a que, si la dejan, pone el dedo en la llaga que más duele, precisamente desde 1982, es que la agenda real está secuestrada por el Gobierno de alterne –que es quien marca su aparición o desaparición dentro o fuera de nuestras fronteras, donde cada uno arrienda la parte institucional que más le interesa para prorrogar lo máximo posible su estancia de aposento en la sellae curulis monclovita.
El jefe del Estado, como cabeza visible de la Institución Monárquica española, según la Constitución’78, no tiene capacidad para decir lo que se debe hacer para enmendar ciertos errores cometidos contra los españoles. Sin embargo, el jefe de Gobierno de alterne sí está en su derecho de poder torcer la línea escrita de cualquier discurso del monarca, no así si se tratara de una República, al estar afiliado a su mismo partido político.
Es un hecho habitual –primero durante la Dictadura y segundo durante la Partitocracia actual, que las gentes de las regiones beneficiadas se han colgado el cartel de víctimas para seguir mamando de las restantes. Eso sí, muy bien dirigidas por partidos políticos deshonestos, incluso delincuentes, fundamentalmente para que no se note lo que se queda entre las uñas que pueda afianzar su patrimonio familiar.
Suman ocho decenios ya, a priori, en que tales regiones continúan siendo la niña bonita de la Administración central, favorecidas, tanto en macroinversiones como macrosubvenciones, porque cada vez que abren la boca con el quejido acostumbrado, el ministro de Hacienda de alterne –con tal de intentar silenciarlas, sin conseguirlo totalmente, sin escarmentar lo que hace es aumentar el alimento de un monstruo durante una temporada, porque han descubierto un pozo sin fondo que las beneficia siempre en perjuicio de las demás. Con ello se ha pretendido mantener una desorientación social mediante una manipulación propiciatoria, y revisionista, que no conduce hacia el deseado bien común. 
De ahí que cada Gobierno de alterne se deba genuflexionar y, si llega el caso, tener vaselina a mano. Porque ya lo explica muy bien el refrán español: Quien alquila el culo no caga cuando quiere, que bien aplicado a la política española viene a decir que, desde hace más años de los que se piensa, existen acuerdos sotto voce que impiden progresar en infraestructuras a ciertas regiones, más o menos industriales, quizá debido a su situación geográfica, en beneficio de otras.
Es así como la Institución Monárquica, en soledad, y a modo de ducha escocesa, sufre una persecución partitocrática que no lo merece ni tan siquiera los españoles. Nada más hay que remitirse a las cumbres internacionales de jefes de Estado –sin que el rey emérito Don Juan Carlos I o el actual rey Don Felipe VI aparezcan, donde se deja ver el jefe de Gobierno de alterne, en sustitución, para hacerse la foto, con la pretensión de elevarse un peldaño, como protagonista sin serlo, porque no le corresponde, y aparentar la representación de una República virtual en lugar de la una Monarquía parlamentaria.

ALFONSO CAMPUZANO
       
Sigue a @AIf0ns0

viernes, 28 de diciembre de 2018

PRESTIDIGITADORES CLIMÁTICOS

La divergencia climática del planeta azul hace que las directrices marcadas por intereses particulares se unan en un saco roto – Alfonso Campuzano

Las predicciones sobre el clima, basadas en modelos de cambio, hechos a escala global, incluso a años vista, tienen la misma vigencia, y el mismo tanto por ciento de aciertos, que tienen las hipérboles meteorológicas diarias, es decir, aciertan únicamente cuando exponen las estadísticas anuales.
Si se considera que el planeta azul ha vivido cinco extinciones masivas de especies, y ha logrado sobrevivir en los últimos cuatro mil quinientos millones de años, significa que la especie humana no ha abusado del uso del CO2, aunque se pretende, casi obsesivamente, que el clima sea una constante a mantener, cuando se sabe que es desigual e inestable, que tiene una dependencia extrema de las coordenadas geográficas, ya sean horizontales –como la latitud y la longitud terrestres, ya sean esferoides; de los ciclos sometidos a las estaciones del año; de las modificaciones terrestres –como el eje y la órbita; de los movimientos telúricos –como los seísmos, los maremotos, las explosiones volcánicas; de las confrontaciones bélicas, etcétera.
Ante estos factores coadyuvantes, el clima terráqueo apenas tiene que ver con la mano del hombre, como se quiere hacer creer mediante conjeturas siniestras, sino con el equilibrio, la ruta espacial y la evolución natural del planeta azul, en constante transformación, en tanto que unos territorios deberán  emerger mientras que otros deberán sumergirse.
Cuando se ve cómo un desbordamiento fluvial se lleva por delante todo lo que pilla a su paso, incluso vidas humanas, no se trata del reiterado calentamiento global ni cambio climático, como pretenden hacer creer, sino que es la venganza terrestre provocada mediante lluvia tipo borrascas, tormentas, presión atmosférica, temperatura tipo calor, frío, humedad, sequedad, viento tipo ciclones, huracanes, tifones, tornados, vendavales, ante la invasión descontrolada e ilegítima de asentamientos humanos –autopistas, edificaciones, fincas, en vaguadas, en torrenteras, en valles, fundamentalmente en los olvidados lechos secos de ríos, que nunca jamás se debieron legalizar bajo la responsabilidad de los poderes públicos, pues el agua no irrumpe, no inunda, sino que son las propias construcciones quienes invaden el terreno fluvial, incluso marítimo.
Cuando se manifiesta una sequía al Gobierno alternante se le ocurre culpabilizar a la falta de lluvia, incluso del viento, pese a no haber propuesto un mínimo plan hidrológico adecuado, atascado desde hace cuatro décadas, por lo que consecuentemente el recibo mensual de la luz, gracias a unos impuestos mágicos, que suman alrededor del 40%, lo encarecen. La sequía en agricultura transforma nubes en llantos, pese a mover santos más que si fuera Semana Santa.
Pero da igual, mediante alguna que otra ingeniosidad, ha decidido unilateralmente, y de la noche a la mañana, prescindir de vehículos impulsados por energía derivada de la combustión del petróleo e impulsar la energía eléctrica, con lo que ha abandonando a diecisiete millones de vehículos sin haber pensado en las consecuencia sociales.
Cuando la tecnología punta actualmente desconoce cómo prever las inclemencias diarias, ciertos prestidigitadores meteorológicos sí son capaces de augurar qué clima va a tener lugar en el planeta azul, dentro de dos décadas, lo cual es de una soberbia supina.
No obstante, hace casi dos lustros los llamados expertos anunciaban que la actividad solar –que es cíclica como todo lo natural, incluido el clima estaba debilitándose hacia un apagón importante, lo que indicaba un riesgo de que el planeta azul conociera una pequeña Edad de Hielo, que se espera.

ALFONSO CAMPUZANO
       
Sigue a @AIf0ns0

martes, 18 de diciembre de 2018

MANTENIMIENTO DE CUADRÚPEDOS

El planeta azul, gracias a las especies que lo pueblan, controladas férreamente entre sí, es autosuficiente y está autoabastecido – Alfonso Campuzano

Menos mal que la Naturaleza no es homogénea, aunque sí inteligente, porque cuando alguna especie animal se extingue aparecen otras, aunque los humanos tarden en codificarlas muchos más años de lo que imaginan. Conservar por conservar, en peligro de desaparición, o conseguir recolonizar por conseguir recolonizar, es pretender actuar contra naturam.
La sobreprotección humana genera superabundancia de especies, que provocan un descontrol agudo, sobre todo de la fauna salvaje, aunque también de la doméstica, que habría que inspeccionar continuamente para evitar la transmisión de enfermedades –en las últimas cuatro décadas se ha comprobado que tres cuartas partes de las enfermedades padecidas por los humanos han sido transmitidas por dicha fauna, que señorea a su antojo por los contornos urbanícolas, para evitar la alteración del entorno, sin olvidar que un animal ve a otro, no como un ser semejante a respetar –como teóricamente se ven los humanos, sino como una ración de carne que le sirve de alimento.
La sociedad humana sería hipócrita si no reconociera que, a través de los siglos, gracias a la investigación y experimentación animal –hoy día éticamente mal vista, es decir, pamplina absoluta, la especie humana se ha beneficiado –como ejemplos están: el Estado de Bienestar, la supervivencia, los avances médicos y quirúrgicos, los medicamentos, las vacunas, hasta conseguir el nivel, nada caprichoso, en que se encuentra actualmente la Sanidad del primer mundo.
Si la longevidad humana se va incrementando con la alimentación actual, mejor o peor, ¿por qué diariamente nutricionistas de variado pelaje incordian intentando suprimir lo que, hasta ahora, ha sido necesario, incluso beneficioso? Aunque en detrimento de la existencia debe reconocerse que hay una proporcionalidad directa que relaciona la longevidad con la aparición de nuevas enfermedades, aún descontroladas.
Es decir, se prohíbe investigar con la especie animal irracional, pero se admite poder comer su carne, con la ayuda del sensacionalismo disparado a quemarropa que inunda las redes de comunicación social, intentando poner todo el freno posible, en contra de este tipo de  alimentación. Es como si los vegetarianos & veganos, por ejemplo, se hubieran aliado con monsieur canis lupus, y demás especies comestibles, para que se dejara de consumir sus proteínas.
Vivimos en un planeta que está diseñado como autosuficiente autoabastecidosin ninguna necesidad de salir al exterior, que tiene su propia ruta evolutiva –incomprensible para la especie humana, provista de anteojeras–, en el que todas las especies que lo pueblan, por ley natural, parecen ser refugiadas, en el que todo lo que se produce, incluso crece, constituye un alimento global, en el que las unas se nutren de otras.
Tenemos ejemplos a recordar como la arañas, las hormigas, las avispas, que no son vegetarianas ni veganas, sino que se alimentan de cucarachas, escarabajos, mariposas, etcétera, y sin que haya que extenderse al terreno salvaje.
Retroceder en hábitos alimenticios no es evolucionar avanzando progresivamente.

ALFONSO CAMPUZANO
Sigue a @AIf0ns0

lunes, 10 de diciembre de 2018

MASCOTAS URBANÍCOLAS

Cada especie, que habita en este planeta azul, es un compartimento estanco, que la naturaleza impide transgredir – Alfonso Campuzano 

Los animales irracionales, pese a buenas intenciones colectivas, nunca jamás podrán ser educados, sino amaestrados, porque es inútil tratar de humanizar a animales que no saben que lo son, lo mismo que no saben limpiarse los morros ni el culo. Y es que la especie animal no alcanza a interpretar las impresionantes invenciones de la especie humana, ya sean de tipo administrativo, estético, legal, místico, moral, etcétera.
Quizá no haya que dudar de que ciertos animales, dentro de sus instintos básicos, tengan sentimientos, pero les falta el raciocinio para comprender, sentir, saber, que son animales, pero no saben lo que son, como sí lo sabe el hombre.
Es bastante habitual que los amantes de cuatro patas les dé vergüenza, incluso cabreo, que no se empatice con ellos cuando lo lógico sería empatizar con los seres humanos. Las personas que conviven bajo el mismo techo con un animal llámese mascota, son más propensas a padecer enfermedades –cercanas a las setenta, por mucha limpieza que tengan, ya que su cuerpo, su respiración, su baba, su hocico, sus paseos callejeros con lengüetazos a todo lo que pillan a su paso cacas, culos, pises, vómitos, etcétera, aportan continuamente gérmenes desconocidos, incluso patógenos, al entorno donde habitan, constantemente perjudiciales para la salud humana.
Como defensa para que la mascota del vecino no invada otro territorio con sus excrementos líquidos y sólidos, se utilizan garrafas de agua. Y sin remedio ni vacuna contra los insoportables ladridos.
Por higiene colectiva, debería prohibirse la entrada de la especie animal aunque estén vacunados–, en lugares donde tiene acceso la especie humana, tales como bares, cafeterías, grandes almacenes, supermercados, tiendas de todo tipo, sobre todo en zonas de comestibles, además de vehículos públicos –trenes, aviones, para no contagiar enfermedades, incluidas alergias.
De ahí que, el calendario vacunal debería ser obligatorio en todo el territorio español; sin embargo, no lo es en regiones como Asturias, Cataluña, Galicia, Vasconia, que deberían rectificar en beneficio de la especie humana sin sacar tanto pecho solidario.
Igual que es obligatorio tener a mano la identificación personal mediante el DNI, a requerimiento de la autoridad, todo dueño debe llevar continuamente la documentación de su mascota cartilla de vacunación, incluso la antirrábica, certificado veterinario de salud, información del microprocesador, durante sus paseos urbanícolas.
No todas las causas, en plan de culpa, son omisiones del humano traicionado por otro humano.

ALFONSO CAMPUZANO
Sigue a @AIf0ns0

martes, 27 de noviembre de 2018

TRANSGRESIÓN INMIGRATORIA

La inmigración está considerada como una prerrogativa del país generoso y acogedor, debiendo ser exigente en la selección individual, y nunca jamás como un derecho – Alfonso Campuzano

Desde siempre se ha tratado de ver que la inmigración simple no tenía nada que ver con la delincuencia, y posiblemente haya sido así. Sin embargo, los tiempos han ido cambiando lo mismo que el prototipo de inmigrantes. Antaño, el modelo económico era lo habitual, pero de unos años a esta parte se ha sumado el modelo climático y el religioso, incluso la expatriación de aquellos que huyen de territorios hostiles amenazados de guerra, aunque con un perfil desordenado, y en oleadas, gracias a convocatorias publicitarias que se reflejan en los medios de comunicación.
Una moneda con dos caras: en el anverso, los países, más o menos limítrofes, ofrecen una ayuda humanitaria, mientras que en el reverso, más oculto, en tales países se genera una sangría incontenible impuesta por los políticos con dinero que no es suyo, y sí de los contribuyentes, para soportar los gastos de acogida. Lo cual, en vez de ser un freno, ha generado una aceleración que ha hecho aumentar la inmigración ilegal, sin papeles, sin documentación. Mientras tanto, los universitarios españoles meritorios, ante el reparto de riqueza a la baja, emigran forzados.
Y ya se sabe, sobre todo la policía que, cuando la inmigración se torna ilegal, está tratando con delincuentes, según la ley imperante. Otra cosa es que la ley se suavice, propiciada por los políticos, pero continúa siendo delito, porque en ciertos países las penas son gravísimas, incluso letales.
A pesar de que los ciudadanos extranjeros representan el 10% de la población, cuando se difunde la noticia de un maltrato, se desconoce la razón por qué habitualmente se oculta la nacionalidad, aunque bien pudiera ser por manipulación, pues estadísticamente hablando las agresiones entre familiares se inclina la balanza hacia las mujeres en el 60%.
Los ocupantes de las más de 80 prisiones españolas con cerca de 80.000 reclusos son casi un 60% inmigrantes. Por otro lado, el 20% de los homicidios cometidos en territorio español tienen como protagonistas a inmigrantes. 

Actualmente, un recluso cuesta al contribuyente español dos mil euros mensuales por el mantenimiento, sanidad, seguridad, etcétera, lo que anualmente supone cerca de mil quinientos millones de euros, y cuando es puesto en libertad sale con una cartilla de paro en la mano. Por tanto, y en beneficio de la seguridad del país acogedor, estos delincuentes deberían ser extraditados para que cumplieran la condena en su país, y no a cargo del sufrido contribuyente español.

Últimamente, y en varias provincias españolas –léase, como ejemplo, Valladolid, Valencia, etcétera, se ha solicitado que se imparta la religión musulmana en centros públicos pagados con los impuestos de los contribuyentes, apoyados por partidos políticos que, presumiendo de estar en un Estado laico, han suprimido la clase de religión católica, algo políticamente incongruente.

 Una de las oraciones diarias, mirando hacia Makkah, en plena vía publica
Los musulmanes no reconocen que su religión es una de tantas, con el agravante de que no pueden discrepar en nada, como tampoco han conseguido independizar su creencia de la política, dado que su divulgación es un credo político-religioso, sin contar con las molestias ocasionadas al interrumpir la vida/vía pública durante los 3 ó 5 rezos diarios. Y eso que cuentan con más de 1.500 centros de rezo para casi 2.000.000 de creyentes en España.

Una de las operaciones diarias, mirando hacia Makkah, en plena labor del campo 
Cada día que pasa está más claro que hay que invertir en los países donde se origina la inmigración, es decir, hay que regalar cañas de pescar en lugar de regalar el pescado, aunque lo impida el pelelismo políticamente correcto, porque si no las lágrimas, en vez de sonrisas, aflorarán irremisiblemente en las mejillas de los incrédulos, y sin remedio.

ALFONSO CAMPUZANO
Sigue a @AIf0ns0