Todas las especies, que habitan en el planeta azul, se alimentan unas de otras, incluso de las inferiores, para sobrevivir – Alfonso Campuzano
En este planeta azul, y vivo, en
su evolución, por ser autosuficiente, para sobrevivir, reina la depredación
entre todos los seres vivos, tanto en la mar como en la tierra y el aire, y nadie
pone en duda que unas especies se alimentan de otras, haciendo que unas
desaparezcan para que otras aparezcan, pues todas no caben al mismo tiempo.
Hormigas alimentándose de un polluelo de pájaro
Se habilitan partidas económicas,
mediante administraciones lentas y despreocupadas en su odiosa burocracia, generadoras
de barreras artificiales políticas y manipuladoras hacia la sociedad,
propiciadas por interesados ecolólogos,
bien subvencionados, con el fin de indemnizar los daños ocasionados a las
explotaciones ganaderas, algunas en la frontera de la bancarrota.
Esto quiere significar que no es
posible, ni siquiera probable, la ansiada coexistencia entre las alimañas y las
cabañas bobina, equina, vacuna, etcétera, por ser incompatibles, lo cual es una
situación natural, mientras no estén donde deben estar, porque acabarán con
ellas: de algo tienen que alimentarse.
Precisamente porque las alimañas,
y animales en peligro de extinción, aunque se protejan con una moneda de cambio
insuficiente como son las indemnizaciones y las subvenciones que aportan los
impuestos del sufrido contribuyente, jamás dejarán de serlo.
Todas ellas, se manejan a sí mismas,
se mueven desperdigadas, a su libre albedrío, de un lugar a otro de la Naturaleza,
sin ser lugares adecuados, en un completo desorden y propagación, ya que son
seres irracionales, no entienden de límites administrativos ni de líneas rojas,
que promulga la autoridad competente del momento.
Avispa alimentándose de una cucaracha
Alguien racional debe poner coto, marcando
la frontera, controlando la habilitación de parques naturales, más o menos
extensos, donde regeneren la orografía, sin necesidad de disponer de una
vigilancia extrema; donde todas las especies que lo habitan, una vez adaptadas,
no sean una amenaza esquilmadora para las especies vegetales; donde no
transmitan enfermedades; donde no invadan las carreteras; donde no provoquen
accidentes mortales y destrozos con sus miles de ataques anuales.
Con lo difícil y costoso que
resulta intentar recuperar, incluso salvar, de un posible riesgo de extinción, a
ciertas especies, es un error, porque la Naturaleza tiene un esquema, que no
desvela, al dotar de genes de supervivencia a quien corresponde, siendo capaz de
conseguir su equilibrio, siempre y cuando la especie humana ecolóloga no meta
mano.
Cada época desarrolla unas
especies diferentes, ya sean vegetales o animales. Actualmente, hay especies de
animales silvestres, como cabras montesas, cerdos salvajes, ciervos, jabalíes, que
se han controlado tanto que han llegado a constituir un problema generado por
el descontrol.
Por tanto, convendría revisar e
inspeccionar, mediante justificaciones en seguridad y en sanidad, las subvenciones
públicas a fundaciones privadas de animales, que intentan un control que no
consiguen, quizá por desidia o ignorancia, para transformarlas en ayudas a la
población humana, además de defender empresas de cultivo y animales de la
agresión de alimañas.
Hambruna en el continente africano
Y, por último, ¿por qué los animales carnívoros no se hacen
veganos?
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