Poner fronteras al dinero es como tratar de poner vallas al espacio sideral
- Alfonso Campuzano
En plena Partitocracia
española, desde la Constitución de 1978, se permite que, una empresa multinacional
catalana, posea el monopolio de la sangre española obsequiada,
para su procesamiento y su manufactura.
Dicha empresa de la sangre es una de las cinco mayores fabricantes del mundo, en cuanto plasma sanguíneo y hemoderivados, lo que significa que dispone a su antojo de toda la sangre regalada por los españoles.
Dicha empresa de la sangre es una de las cinco mayores fabricantes del mundo, en cuanto plasma sanguíneo y hemoderivados, lo que significa que dispone a su antojo de toda la sangre regalada por los españoles.
Esta empresa, desde hace un
par de años aproximadamente, con la intención de pagar menos impuestos,
teóricamente la mitad, pues desde un cercano al 30% a menos de un 15%, tiene su
sede fiscal en Irlanda, siendo su mercado universal, pues llega a cualquiera de
los continentes, aunque fundamentalmente a U.S.A.
Tal empresa se lucra con el
fluido de la vida de los donantes, ya que mientras los españoles ceden su sangre gratis, impedimento por ley,
desde 1985, primer Gobierno socialista de Felipe González, y aceptado por los
siguientes gobiernos alternativos, lo que en otros países primermundistas se
paga, como por ejemplo, U.S.A, donde su mercado, desde hace una veintena de
años, llega a ser de casi el noventa por ciento, mientras que el otro más del
diez por ciento se lo reparte, tanto España como Chequia.
Esta empresa recibe un peaje
de las compañías sanitarias españolas privadas y semiprivadas, lo mismo que de
los hospitales españoles públicos y privados, cuando solicitan sus servicios
manufacturados, incluidas las transfusiones sanguíneas.
De ahí la importancia de que
la autohemodonación se aplique
en cirugías programadas, mientras que la heterohemodonación
se aplique a cirugías urgentes, para poder evitar el continuo pedigüeñeo de las
autoridades y dar soluciones a un altruismo caduco, que perjudica a la
sociedad, aunque quizá ya sea un poco tarde, si no se cambia el monopolio.
Durante los cuarenta años de
Directorio Militar un monopolio podía entenderse. Sin embargo, desde 1978…
sorprende, aunque no tanto, que se haya permitido por todos los gobiernos
españoles, durante más de cuarenta años: negocis són els negocis.
Sigue a @AIf0ns0
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